PARTE 2: “El actor, el guionista y el psicoanalista- Reflexiones sobre psicoanálisis y creatividad” por Leonor Bruna

Continuación de ‘El actor, el guionista y el psicoanalísta’ parte 1.

El NEED (traducido como “lo que realmente necesita para ser feliz”), sin embargo, nos hablaría de ese objetivo inconsciente al principio de la película que irá ganando en importancia, agravando la situación del héroe y que marcará en definitiva el gran conflicto de la cinta. Desde un punto de vista más simbólico, el conflicto central  no será un conflicto entre un protagonista que quiere conseguir un objetivo y uno o varios antagonistas o fuerzas antagónicas que le ponen obstáculos que él debe superar para la consecución de su objetivo, sino que se desarrollaría en un nivel mucho más profundo: la lucha entre la verdadera razón de existir de un ser humano, o sea el NEED y el objetivo aparentemente imprescindible ( o sea WANT) del protagonista al  comienzo de la película. Porque cuando acaba ‘El apartamento de Willy Wilder’, por ejemplo, ¿qué nivel de resolución del conflicto es el que nos deja el buen o mal sabor de boca?.

  • “El espejo se ha roto”
  • ”Ya lo sé, me gusta así. Así me veo tal y como me siento”.

Estas son las palabras de C.C Bud Baxter, su protagonista en un momento dela película. Cuando al final, se cierran todas las tramas, lo que le queda a Bud es el descubrimiento de que, aunque durante toda la película haya intentado negarlo, lo que en realidad le faltaba para ser feliz era el amor.

Hablaba antes de que los dos compartimentos comunes a PSICOANALISTA, GUIONISTA y ACTOR son el conflicto y la imaginación. Hasta ahora me he querido concentrar primero en la labor del guionista porque, parafraseando la famosa frase atribuida a Dios de que“Lo primero fue el verbo”, en el tema cinematográfico, “Lo primero fue la historia”.  Sin historia no hay guion y sin guion, no hay película.

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Para terminar este experimental acercamiento a la posible relación existente entre CINE y PSICOANÁLISIS, me gustaría hablar aquí del trabajo del actor y para ello, como no podía ser menos, hablaré de otro método…

Por cierto que, quizá, debería añadir otro compartimento común a psicoanalista, guionista y actor, el de la necesidad de un método, aunque aquí supongo que meto en un terreno resbaladizo, habida cuenta que mucha gente sigue llevando  el “autodidactismo” por bandera… El método actoral al que me refiero, método que,de seguro conocen muchos de Uds., es el Método Stanislawsky y su repercusión es tal en el mundo de la interpretación actoral, sobre todo el E.E.UU, que decir “Soy de método” te abre puertas unas veces y, otras, la caja de los truenos. Y no es que el método en sí mismo sea el culpable, sino su mala utilización, la falsa comprensión por parte de muchos actores que han visto en su aplicación una oportunidad de oro para buscar continuamente el mimo de su propio “ego”, usualmente cargadoya de un alto nivel de narcisismo.

FREUD y STANISLAWSKYp01pmsm6 partiendo de su propia disconformidad con las respuestas adquiridas, cuestionan, buscan y encuentran un método, para poder comprender cómo un ser humano está en las circunstancias en que está, siendo cada vez único, singular, irreproducible y fundando enigma. El en caso de Freud, esta búsqueda le condujo al intento de comprender y dilucidar cómo síntomas que producen padecimiento en el paciente pueden tener graves consecuencias para su vida íntima y de relación. La preocupación de Stanislavsky, por otro lado,  es la de cómo ensamblar el trabajo preparatorio del actor con el texto del personaje que tiene que interpretar.  A partir de lo observable, de lo dado por la propia historia, en el caso del paciente, o por el texto en el del actor, ambos se disponen a buscar dejando atrás el aspecto más externo de las conductas humanas y preguntándose acerca del porqué de éstas.

En ambos casos, y desde un planteamiento causal de la compresión del sujeto a estudio que tienen delante, el terapeuta y el actor deberán ayudar al enfermo y al personaje, respectivamente, a dicha comprensión, para que, una vez comprendido, sea capaz de generar estrategias que le ayuden a  desenvolverse en su realidad:  El ENFERMO  en su vida cotidiana y el actor, convertido en PERSONAJE, cada vez que se sube al escenario, y que tiene  como obligación profesional y ética hacer creer al espectador que lo que está pasando en el escenario pasa por primera y única vez.

Porque, aunque el espectador no quiera asistir al acto sagrado de la sublimación y la simbolización, no quiera ver la cocina donde se elaboró el plato sí quiere tener la oportunidad de saborear y disfrutar del sabor del pescado en sí mismo, del vino en sí mismo pero también de cada uno de los matices que regala a su paladar esa mezcla de especias.

Para poner definición a esta receta, bastará decir que el método Stanislawsky consiste básicamente en hacer que el actor experimente durante la ejecución del personaje, emociones semejantes, parecidas a las que experimenta el personaje interpretado; para ello se recurre a ejercicios que estimulan la imaginación, la capacidad de improvisación, la relajación muscular, la respuesta inmediata a una situación imprevista, la reproducción de emociones experimentadas en el pasado, la claridad en la emisión verbal, etc.

Y es que tanto para el psicoanálisis como para el método, Stanislavski. Los contenidos inconscientes tienen un papel determinante en la vida psíquica tanto para un método como para el otro.

Con la palabra, con “lo que dice” el ser humano, el actor expresa tan sólo un  30 % de su mensaje, siendo el restante 70% competencia del “cómo lo dice”, lo que en método Stanislawsky se llama SUBTEXTO.  Una misma palabra cobra significados diferentes y provoca en el interlocutor sentimientos y reacciones absolutamente dispares, dependiendo de la intención con la que se diga. Esaintención nos ponede nuevo en contacto con el NEED que ocupaba a nuestro guionista y a nuestro protagonista y nos lleva, indefectiblemente, a un mundo inconsciente que pertenece no sólo a nuestro inconsciente individual sino también al colectivo del que hablaba Jung.

Todos somos víctimas y verdugos de los arquetipos que, cual fantasmas, marcan nuestras vidas. Hablábamos del tesoro, del cáliz que recibe el héroe que ha llevado a fin su viaje; vivimos mano a mano, todos los días, con nuestra sombra y sentimos el conflicto entre ánimus y ánima un día sí y otro también. Todo en aras de llegar a pintar cada uno de los diminutos recovecos de nuestro mandala vital.

Consenso de profesionales del Área de la Salud sobre el llamado ‘Trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad’

Los abajo firmantes, profesionales del campo de la psicología, la psiquiatría, la neurología, la pediatría, la medicina familiar, la psicopedagogía y la psicomotricidad, queremos hacer llegar al Ministerio de Sanidad y a las correspondientes Consejerías de cada Comunidad Autónoma, por consenso, la siguiente solicitud:

Asistimos en nuestra época a una multiplicidad de «diagnósticos» psicopatológicos que simplifican las determinaciones de los trastornos infantiles y regresan a una concepción reduccionista de las problemáticas en Salud Mental Infanto-juvenil y de su tratamiento. Esta concepción utiliza de modo singularmente inadecuado los avances en el terreno de las neurociencias para derivar de estos un biologismo extremo que no da valor alguno a la complejidad de los procesos subjetivos del ser humano. Procediendo de manera sumaria, esquemática y carente de verdadero rigor científico se hacen diagnósticos y hasta se postulan nuevos cuadros a partir de observaciones y de agrupaciones arbitrarias de rasgos, a menudo basadas en nociones antiguas y confusas. Es el caso del llamado síndrome de “Trastorno por Déficit de Atención con y sin Hiperactividad” (TDAH) (Lasa Zulueta, 2001; Cáceres, L., 2000; Misés, R, 2004; Golse, B, Armstrong, Th, 2000; Morin, E., 1994; Fourneret, P., 2004; Dillar 2002; Feinstein 2004; Tizón J. 2007; Jensen Mrazek 2009).

Este diagnóstico se realiza generalmente en base a cuestionarios administrados a padres y/o maestros y el tratamiento que se suele indicar es: medicación y modificación conductual. En un importante número de casos se ha observado en el Estado español que también se incluye como batería diagnóstica la lectura de ondas electroencefalográficas así como cartografías cerebrales a la que se le adjudica un alto grado de especificidad en el diagnóstico como método complementario que aporta un dato inequívoco del diagnóstico del TDAH.

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El resultado es que los niños son medicados desde edades muy tempranas, con una medicación que no cura (se les administra de acuerdo a una situación, por ejemplo, para ir a la escuela) y que en muchos casos disimula sintomatología grave que se manifestará en un futuro o encubre deterioros que se profundizan a lo largo de la vida. Asisitimos en la actualidad a una serie de intervenciones terapeúticas que basándose en una perspectiva no farmacológica promueven intervenir sobre la conducción cerebral (ondas) como tratamiento específico del síndrome (Neurofeedback). Intervenciones en este sentido incurren en las mismas falencias que los anteriores.

imagesEn otros casos, ejerce una pseudo regulación de la conducta sin ejercer modificaciones reales sobre las motivaciones que podrían regular posibles brotes futuros, dado que tanto la medicación así como intervenciones no farmacológicas como la «modificación conductual» tienden a acallar los síntomas, sin preguntarse qué es lo que los determina ni en qué contexto se dan. Y así, pueden intentar frenar las manifestaciones del niño sin cambiar nada del entorno y sin el estudio pormenorizado de la estructuración del psiquismo del niño, de sus angustias y temores. (Bleichmar S, 1998; Gaillard, 2004; Levin, E, 2004; Lasa Zulueta, 2001; Tizón J 2007, Jensen & Mrazek 2009; San josé J & Nadal D 2002; Feinstein 2004; Massei H 2005). Es decir, lo primero que se hace es diagnosticarlo de un modo invalidante, con un «déficit» de por vida, luego se lo medica o se interviene terapeúticamente sobre la materialidad eléctrica del cerebro y se intenta modificar su conducta.

Así, se marca, reduciendo la complejidad de la vida psíquica infantil a un paradigma simplificador. En lugar de un psiquismo en estructuración, en crecimiento continuo, en el que el conflicto es fundante y en el que todo efecto es complejo, se supone, exclusivamente, un «déficit» neurológico (Berger, M, 2005; Janin, B, 2004; Rodulfo, R, 1992; Breeding J, 1996; Tizón J 2007; Jensen 2009).

Nos hemos encontrado con niños en los que se diagnostica TDAH cuando presentan cuadros psicóticos, otros que están en proceso de duelo o han sufrido cambios sucesivos (adopciones, migraciones, etc.) o es habitual también este diagnóstico en niños que han sido víctimas de episodios de violencia, abuso sexual incluido (Bleichmar, S., 1998; Touati, B, 2003; Janin, B, 2004; Tizón J, 2007). A la vez, los medios de comunicación hablan del tema casi como si se tratara de una suerte de epidemia, divulgando sus características y los modos de detección y tratamiento. Se banaliza así tanto el modo de diagnosticar como el recurso de la medicación. En el límite, cualquier niño, por el mero hecho de ser niño y por tanto inquieto, explorador y movedizo, se vuelve sospechoso de padecer un déficit de atención, aún cuando muchísimos de esos niños exhiben una perfecta capacidad de concentración cuando se trata de algo que les interesa enérgicamente (Armstrong, 2000).

Sabemos que los problemas de aprendizaje suelen ser motivo de consulta muy frecuentemente y que complican la vida del niño en tanto que lo muestran como fracasado allí donde se expone a la mirada social. El «no atiende en clase» aparece como una queja reiterada de los adultos, que engloban con esa frase gran parte de las dificultades escolares.

Hay escuelas de educación primaria en las que una cantidad alarmante de alumnos están medicados por TDAH sin que se formulen preguntas acerca de las dificultades que presentan los adultos de la escuela para contener, transmitir, educar ni acerca del tipo de estimulación a la que están sujetos esos niños dentro y fuera de la escuela. Es decir, se supone que el niño es el único actor en el proceso de aprender (Frizzera, O, Heuser, C, 2004; Untoiglich, G, 2004; Kremenchuzky J, 2004). Pensamos que los niños que no pueden sostener la atención en todo lo relacionado con la escuela, que no permanecen sentados en clase o que están abstraídos, como «en otro planeta», expresan a través de estas conductas diferentes conflictivas (Bergés, J, 1990; Janin, B, 2004).

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En una época en que los adultos están en crisis, este tipo de tratamiento pasa por alto la incidencia del contexto, a pesar de las investigaciones que demuestran la importancia del ámbito en el que el niño se desenvuelve (Armstrong Th, 2000; Duché, D, 1996; Berger, M., 2005; Jensen et al, 1997; Harrison, Ch, 2002; Berenstein I & Puget 2008). En tanto el ser humano es producto de una historia y un entorno, imposible de ser pensado de forma aislada, tenemos que pensar también en qué situaciones, en qué momento y con quiénes se da este funcionamiento. La familia, fundamentalmente, pero también la escuela, son instituciones que inciden en esa constitución. Instituciones marcadas a su vez por la sociedad a la que pertenecen (Armstrong Th, 2000; Winnicott D, 1971; Massie, H.y Rosenthal, J, 1986; Shore, A N, 1994; Bick, E, 1968; Rojas, M.C., 2004; Bleichmar S, 1986; Castoriadis 1997; Lewkowicz 2004).

¿Los niños desatentos e hiperactivos dan cuenta de algo de lo que ocurre en nuestros días? Padres desbordados, padres deprimidos, docentes desbordados por las exigencias, un medio en el que la palabra ha ido perdiendo valor y con normas que suelen ser confusas, ¿incidirán en la dificultad para atender en clase? (Duché, D, 1996; Fernández, A, 2000; Golse, B., 2003; Fourneret, P, 2004; Jensen, PS, 1997). Tampoco se ha tomado en cuenta la gran contradicción que se genera entre los estímulos de tiempos breves y rápidos a los que los niños se van habituando desde temprano con la televisión y el ordenador, donde los mensajes suelen durar unos pocos segundos, y donde predomina lo visual, y los tiempos más largos de la enseñanza escolar centrada en la lectura y la escritura a los que el niño no está para nada habituado (Golse, B, 2001; Jensen, PS, 1997; Armstrong Th, 2000; Diller L, 2001).

Por todo esto es totalmente inadecuado desde el punto de vista de la salud pública unificar en un diagnóstico a todos los niños desatentos y/o inquietos sin una investigación clínica pormenorizada. Así, en las escuelas hay niños desatentos que se quedan quietos y desconectados, otros que se mueven permanentemente, algunos que juegan en clase, otros que reaccionan inmediatamente a cada estímulo sin darse tiempo a pensar…  Un niño que no atiende, que se mueve desordenadamente, generalmente atiende de otro modo y a otras cuestiones diferentes a lo esperable. Y no puede ser englobado en una entidad nosográfica única (Janin, B, 2000a, 2002, Berger, M, 2005; Flavigny, Ch, 2004; Duché, D, 2001; Tustin, 1981; Bleichmar, S, 1998).

No desconocemos la importancia de los trastornos neurológicos, de los desarrollos actuales en neurología y del recurso de la medicación como privilegiado en ciertas patologías. Pero consideramos que en este caso se atribuyen a un déficit neurológico no comprobable problemas muy diferentes (Benasayag, L, 2002; Tallis, 2004; Rodulfo, M, 2005; Solter A, 1998). Hay consenso en la comunidad científica que lo que se denomina TDAH refleja situaciones complejas, ligadas a diferentes patologías. Sin embargo, esto suele no ser tomado en cuenta (Lasa Zulueta, 2002; Benasayag, L, 2002; Cáceres, L, 2000; Valentin, E, 1996; Daumerie, N, 2004; Gibello, B, 2004; Warren, 1997, Gaillard, 2004). Pensamos entonces que se agrupan con ese nombre múltiples expresiones del sufrimiento infantil que merecen ser consideradas en su singularidad y tratadas teniendo en cuenta su multideterminación.

Es decir, la diferencia se da entre pensar que:

  1. una manifestación implica un cuadro psicopatológico y una causa orgánica y que de ahí se deriva un tratamiento o que
  2. una manifestación puede ser efecto de múltiples y complejas causas y que hay que descubrir cuáles son y por consiguiente, cuál es el tratamiento más adecuado.

niñoTambién hay oposición entre la idea de que el diagnóstico puede ser hecho por padres y/o maestros a partir de cuestionarios (como si fueran observadores no implicados), y el  sostener que todo observador está comprometido en lo que observa, forma parte de la observación y que los padres y los maestros están absolutamente implicados en la problemática del niño, por lo que no pueden ser nunca «objetivos». (Ya a comienzos del siglo XX el físico Heisenberg planteó que el observador forma parte del sistema). A la vez el cuestionario utilizado habitualmente está cargado de términos vagos e imprecisos (por ejemplo, lo que es “inquieto” para alguien puede no serlo para otro). Esto último lleva a pensar que es imposible realizar un diagnóstico de un modo rápido y sin tener en cuenta la producción del niño en las entrevistas (Cramond, 1995; Duché, 1996; Calmels, D, 2003; Tallis, J, 2004; Farré Riba, 2000).

Desde nuestra perspectiva, nos encontramos con un niño que sufre, que presenta dificultades, que esas dificultades obstaculizan el aprendizaje y que debemos investigar lo que le ocurre para poder ayudarlo.

Es importante también destacar que muchas veces lo que se considera no es tanto este sufrimiento sino la perturbación que la conducta del niño causa en el medio ambiente, por lo cual la medicación funciona como un intento de aplacar a un niño que se «porta mal» (Levin, 2003; Keirsey, 1998). Aún cuando los medios científicos hablan de las contraindicaciones de las diferentes medicaciones que se utilizan en estos casos, (Carey, W, 1998, 1999, 2000, 2001; Diller, L, 2003) llama la atención la insistencia con la que los medios publicitan el consumo de medicación como indicación terapéutica privilegiada frente a la aparición de estas manifestaciones (Clarín, 2004; La Nación, 2004; Safer, D, 1996; País 2010; cantidad de periódicos locales sólo por mencionar un ejemplo Heraldo de Aragón 2009 y publicaciones dependientes de éste).

Todas las drogas que se utilizan en el tratamiento de los niños que presentan dificultades para concentrarse o que se mueven más de lo que el medio tolera, tienen contraindicaciones y efectos secundarios importantes, como el incremento de la sintomatología en el caso de los niños psicóticos, así como consecuencias tales como retardo del crecimiento (Benasayag, L, 2002; Goodman y Gilman’s, 1995; Baughman, 2001; Carey, 2001; Efron et al, 1998; Vademécum Vallory 1999).

En diferentes trabajos, con respecto al metilfenidato, se plantea que:

  • No se puede administrar a niños menores de seis años.
  • Se desaconseja en caso de niños con tics (Síndrome de Gilles de la Tourette).
  • Es arriesgado en caso de niños psicóticos, porque incrementa la sintomatología.
  • Deriva con el tiempo en retardo del crecimiento.
  • Puede provocar insomnio y anorexia.
  • Puede bajar el umbral convulsivo en pacientes con historia de convulsiones o con EEG anormal sin ataques (Goodman and Gilman’s, 1995; Breggin, P, 1998, 1999, 2001; Vademécum Vallory, 1999, Cramer et al, 2002; Schachter et al, 2001).

Con respecto a las anfetaminas en general, éstas han sido prohibidas en algunos países (como en Canadá), además de ser conocida la potencialidad adictiva de las mismas (CADRMP, 2005).

Con respecto a la atomoxetina, se ha llegado a la conclusión de que produce (en forma estadísticamente significativa):

  • Aumento de la frecuencia cardíaca.
  • Pérdida de peso, pudiendo derivar en retardo del crecimiento.
  • Síndromes gripales.
  • Efectos sobre la presión arterial.
  • Vómitos y disminución del apetito.
  • No existe seguimiento a largo plazo (Baughman, 2005; P R Vademécum, 2005).

También nos preguntamos, ¿la medicación dada para producir efectos de modo inmediato (efectos que se dan en forma mágica, sin elaboración por parte del sujeto), como necesaria durante largo tiempo, no desencadena adicción psíquica al ubicar una pastilla como modificadora de actitudes vitales, como generadora de un «buen desempeño»? (Tallis, 2004; Keirsey, 1998).

Frente al avance de la difusión de este «trastorno” y la posibilidad de inclusión de la medicación en las recetadas de la Seguridad Social o los Servicios de Salud de cada Comunidad, teniendo en cuenta todo lo anteriormente expresado, los abajo firmantes, proponemos:

  • Que la evaluación de cada niño sea realizada por profesionales expertos en la temática y que se le otorgue la posibilidad de ser tratado de acuerdo a las dificultades específicas que presenta.
  • Que la medicación sea el recurso último (y no el primero) y que sea consensuada por diferentes profesionales.
  • Que se tome en cuenta el contexto del niño en la evaluación. La familia, pero también el grupo social al que el niño pertenece y la sociedad en su conjunto, pueden facilitar o favorecer funcionamientos disruptivos, dificultades para concentrarse o un despliegue motriz sin metas.
  • Que se acote en los medios la difusión masiva de la existencia del trastorno por déficit de atención (cuando es un trastorno sobre el que no hay acuerdo entre los profesionales) y, sobre todo, el consumo de la medicación como solución mágica frente a las dificultades escolares.

PARTE 1: “El actor, el guionista y el psicoanalista- Reflexiones sobre psicoanálisis y creatividad” por Leonor Bruna

Artículo de ‘El blog del perro andaluz’

“El actor, el guionista y el psicoanalista- Reflexiones sobre psicoanálisis y creatividad” por Leonor Bruna (I)

En Hollywood se dice que para construir un buen guion, contar una historia, dar una conferencia- transmitir en definitiva- se debe hacer algo tan sencillo como dar contestación coherente y creativa a estas cinco preguntas: Who, what, where, why, when

Who: Bruna, mi nombre es Leonor Bruna (directora de la Escuela de Cine Un Perro Andaluz). En 2013 se me peguntó si quería formar parte de una mesa redonda alrededor del tema Creatividad y psicoanálisis. Contesté que sí a pesar de que tenía mis dudas (y sigo teniéndolas) al respecto de si sería capaz de de transmitir de forma coherente, inteligente y, por qué no erudita (menos mal que pronto abandoné esta pretensión) cuál es para mí el nudo gordiano que define este fenómeno, habilidad humana innata, dicen unos, adquirida dicen otros, que es laCREATIVIDAD.Pero, como la gente creativa no afrontamos nunca la vida desde un planteamiento FÁCIL, el nudo se complica todavía más al intentar hablar de la relación entre el Creatividad y psicoanálisis….

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Why: Y ¿por qué me meto yo es estos berenjenales? A día de hoy, me considero una PERSONA CREATIVA. No fue siempre así, que conste. El haber percibido -desde la más estricta línea lacaniana- la relación problemática conmigo misma, hizo que, “el mecanismo de defensa de mi YO” dirigiera de forma inconsciente e involuntaria esa energía psíquica (por supuesto asociada a un deseo o representación inaceptable) hacia actividades no censurables desde un punto de vista moral”.

En fin que a lo largo de toda mi vida he ido asumiendo que hacer de un calendario de pared un bolso era una señal inequívoca de dominio de la creatividad al menos desde el punto de vista desde el que la plantea Lowenfeld es decir desde la capacidad de transformación, de cambiar las funciones del material con que se trabaja buscando nuevas ideas que den coherencia a las distintas partes del conjunto.”

What: Ahora viene cuando la matan….A estas alturas supongo que quedará claro que no fui invitada como experta en psicoanálisis sino como profesional de dos técnicas o herramientas cinematográficas que, dese mi punto de vista, están muy relacionadas con el PSICOANÁLISIS: El guión y la interpretación actoral. ¿En serio?, se preguntarán Uds. El psicoanalista, el actor y el guionista se mueven en 2 compartimentos comunes (aunque seguro que buscando que te busca, encontraría más), de los cuales extraen información y praxis para poder ejercer su trabajo con su paciente, su personaje escrito y su personaje interpretado. Estos compartimentos serían El CONFLICTO y La IMAGINACIÓN. Otto Rank en “El mito del nacimiento del héroe” nos cita un pequeño ensayo de Freud titulado “La novela familiar de los neuróticos” en el que afirma que sueños, fantasía y creatividad guardan una estrecha relación con ciertas perturbaciones de la función psíquica normal y que una parte común a todas esas producciones pertenecen a una sola función psíquica: LA IMAGINACIÓN HUMANA.

Esa “novela familiar” freudiana (desde nuestras novelas familiares seguro que todos podríamos acceder si no al óscar al mejor guion , al menos a alguna nominación) a través de la herramienta de la imaginación humana, es la que, en el caso que me ocupa como guionista, justifica en el HÉROE el origen, la urgencia y la necesidad de conseguir llegar a ser Él MISMO; de iniciar y lograr llevar a cabo, de forma sana, su proceso de INDIVIDUACIÓN.

Excited kids watching cartoon in the 3D movie theater

Una pregunta a toda fe, válida a estas alturas de mi exposición: ¿Irían Uds. a ver una película en al que chico conoce chica se enamoran, se casan son felices, y encima pagarían por ello? Decía antes al respecto del CONFLICTO que éste supone un compartimento que muy bien conocen el psicoanalista, el guionista y el actor. El conflicto es, no sólo la sal de la vida, sino la base que sustenta la existencia del terapeuta y de la industria del cine a nivel mundial.

imagesPorque, ¿qué mejor fuente de inspiración y punto de partida para el viaje que matar al padre, rivalizar con los hermanos por el amor de la madre o debatirnos entre el odio y el amor a la misma? Tanto en al novela familiar como en el mito, el héroe/la heroína asume todos los esfuerzos necesarios para liberarse de sus propios fantasmas y volver de nuevo al lugar de donde partió, lo que en términos psicológicos supondría el proceso de INDIVIDUACÓN y, en técnica de escritura de guión, sería el llamado “Viaje del héroe”. Viaje porque enviamos a nuestro héroe lejos de la colectividad, viaje sin el cual, dicho proceso, no sería posible. Este viaje, en el que el HÉROE debe despojarse de los falsos atuendos de la persona, por una parte, y del poder sugerente de las imágenes primordiales, por otra, es un proceso de una tremenda intensidad y podemos decir que SÓLO llegará a ser META conseguida cuando nuestro héroe vuelva a esa colectividad que tuvo que abandonar y le entregue todo aquello que ha ido descubriendo y recopilando a lo largo de su viaje.

Pero el guionista no sólo manda a su protagonista a un viaje. Parafraseando título y contenido del libro del teórico de guion CHRISTOPHER VOGLER (al que tuve el privilegio de tener como profesor en al Escuela de cine de Berlín) en su “El viaje del escritor”, es el mismo guionista el que, aceptada por fin la llamada a la aventura de escribir su guión, también se lanza a un viaje iniciático de imprevisibles consecuencias, a lo largo y ancho de sus conflictos.

Y ¿no es lo mismo que lo que le sucede al psicoanalista? El antropólogo Joseph Campbell en su libro “El héroe de las 1000 caras”, biblia de la mencionada técnica de guion del Viaje del héroe y que no sólo utiliza Christopher Vogler sino que ha logrado imponerse en la industria de Hollywood, hace referencia a la conclusión de Jung al respecto del terapeuta cuando éste dice”La cura de un paciente puede alcanzarse en muchos casos, sólo si existe una entrega o renuncia absoluta a uno mismo, entregarse con todo su ser; el psicoterapeuta deberá decidir si implicarse o encerrarse en su propia autoridad. A nivel consciente e inconsciente, observándose a sí mismo, sus propios sueños, etc”.

Una vez dado por sentado que es el CONFLICTO consigo mismo y su necesidad de solucionarlo la espita, el motor, que pone en marcha a nuestro Héroe para hacerse al camino, me gustaría subrayar una característica intrínseca al mismo concepto del viaje en términos cinematográficos pero que quizá se escapa al espectador y que, por el contrario, es fundamental para el guionista. Me refiero a que, aunque originaria y psicológicamente dicho conflicto tenga el mismo carácter en la literatura y en el guión cinematográfico, ambos se desarrollan, sin embargo, de formas diferentes: en literatura escrita podemos escribir un libro de 500 páginas sobre las sensaciones que nos produce el olor de las rosas, incluso podemos publicarlo y habrá hasta quien lo compre y lo lea.

En cine decimos “Una imagen vale más que 1.000 palabras” porque son las imágenes y las acciones de nuestros personajes, las que nos hablan de él, de su vida externa e interna. Este conflicto interno sobe el cual nos explayamos amplia y gustosamente en la novela, es un todo un mundo al que hay que sacar a la luz. Por este proceso, al que llamamos “externalización”, proyectamos los elementos de dichos conflictos y de la personalidad de nuestro protagonista en personajes y conflictos secundarios creando TRAMAS secundarias. Entendamos aquí TRAMA como, diversos acontecimientos presentados por un autor o narrador o lector que busca establecer conexiones causadas entre los distintos elementos de la narración, más allá del único hecho de describir una simple sucesión de una secuencia de acontecimientos.

Para el guionista que escribe su guión desde el planteamiento de “VIAJE DEL HÉROE”, el OBJETIVO que su héroe quiere conseguir al principio de la película, porque está convencido de que es la consecución del mismo lo que le va a hacer feliz, se llama WANT, lo que en podríamos traducir como LO QUÉ QUIERE y es lo que ayuda a construir la TRAMA.

continuara

PARTE 1: “El actor, el guionista y el psicoanalista- Reflexiones sobre psicoanálisis y creatividad” por Leonor Bruna

El blog del perro andaluz

En Hollywood se dice que para construir un buen guion, contar una historia, dar una conferencia- transmitir en definitiva- se debe hacer algo tan sencillo como dar contestación coherente y creativa a estas cinco preguntas: Who, what, where, why, when

Who: Bruna, mi nombre es Leonor Bruna (directora de la Escuela de Cine Un Perro Andaluz). En 2013 se me peguntó si quería formar parte de una mesa redonda alrededor del tema Creatividad y psicoanálisis. Contesté que sí a pesar de que tenía mis dudas (y sigo teniéndolas) al respecto de si sería capaz de de transmitir de forma coherente, inteligente y, por qué no erudita (menos mal que pronto abandoné esta pretensión) cuál es para mí el nudo gordiano que define este fenómeno, habilidad humana innata, dicen unos, adquirida dicen otros, que es la CREATIVIDAD.Pero, como la gente creativa no afrontamos nunca la vida desde un…

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¿Qué hacer con los hijos? Violencia, parentalidad, parentificación. SEPYPNA Madrid.

MARIA TERESA MUÑOZ GUILLEN

Artículo por: Sara Martínez Aldea


La existencia del desgarro relacional de los niños en la actualidad conforma raíces correlacionales de unos padres desbordados con su “quehacer” parental. Los infantes adolecen de afecto sobre unos padres con una base parental no tan sólida; sin embargo, las figuras parentales son esenciales para el psiquismo infantil. Son intolerantes a la frustración y a la capacidad de espera: tiene cabida la omnipotencia, el YO grandioso, reclamando constantemente aportes narcisistas. Si no hay objeto receptor de la pulsión en la búsqueda de sensaciones, el bebé se evocará a la autodestrucción: si no hay límites, no hay canalización.descarga (1)

En la actualidad, mientras el niño tiene un sinfín de objetos, coexiste por otro lado una carencia de la figura paterna. Nos encontramos hoy ante una sociedad consumista, “madre” de la satisfacción del “aquí y ahora” y evocadora de la intolerancia a la frustración que hace que los niños no lleguen a hacer historia con la propia historia sobre la figura objetal escogida; se trata de niños frágiles y caprichosos, convencidos de que alguien les tiene que aportar la felicidad.

Esa omnipotencia de la que hablamos, no tolera la castración: el niño recibe objetos que taponan la tolerancia a la frustración. Se daña al adolescente si no se le deja crecer al SUPERYO tanto protector como inhibidor.

Encontramos casos en el que los padres toman el papel de hijo e hijos que toman el papel de padres: esto es, “parentificación” (Cabe citar en este contexto a la parentalidad líquida de Zygmund Bauman: aquello de lo que se tiene necesidad (objeto) impide la autonomía). Esto concierne a que la búsqueda desesperada del objeto que nunca se tuvo o tuvo fragmentado, se convierte en odio. Para finalizar, cabe citar a Piera Aulagnier y su “patología transgeneracional” que explica que aquel trastorno no resuelto, se invisibiliza y se encripta, obligando al niño a vivir algo que no es suyo.

200 profesionales de la psicoterapia se dan cita en la capital aragonesa

Los problemas actuales abordados desde la psicoterapia protagonizan la primera jornada del VII Simposio

02 de octubre de 2015. Este viernes han dado el pistoletazo de salida al VII Simposio de Psicoterapias Psicoanalíticas de FEAP en colaboración con la Sección de Niños ‘Nuevas miradas sobre el qué hacer psicoterapéutico’ que ha albergado la Facultad de Medicina de la capital aragonesa.

En su jornada inaugural, los más de 200 profesionales de toda España han contado con la presencia del Rector de la Universidad de Zaragoza, D. Manuel López,  Arancha Gracia Moreno, Concejal Delegada de Educación e Inclusión del Ayuntamiento de Zaragoza, Francisco Javier Tirado, Vicepresidente Primero del Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Zaragoza, José Luis Lledó, presidente de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas FEAP, Regina Bayo-borrás, presidenta de la Sección de Psicoterapia Psicoanalítica de FEAP y María Antonia Moratilla, presidenta de la Sección de Niños y Adolescentes de FEAP.

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El Rector ha destacado la importancia del papel del psicoterapeuta en nuestros días y a los que ha dedicado unas emotivas palabras: «Hoy tenemos una necesidad de profesionales rigurosos y pacientes. Simplemente os necesitamos«. Los asistentes le han despedido con un caluroso aplauso.

Por su parte, del Ayuntamiento de Zaragoza, ha agradecido a la organización la elección de la capital aragonesa para el desarrollo de su cita nacional. Lledó, presidente de FEAP ha agradecido al Comité Organizador Local su trabajo de meses previos y a los profesionales – llegados de distintas partes de España- su asistencia a la cita.

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Jornada de reflexión e intercambio

La prevención del acoso escolar, la importancia del papel de los padres en el crecimiento de sus hijos y la prevención precoz de problemas de salud mental en la infancia han sido algunos de los grandes temas abordados en esta primera sesión. Los problemas surgidos en nuestra sociedad actual suponen un reto continuo para estos profesionales que se ven obligados a estar en constante reciclaje. 
Mañana desde las 9.30 la Facultad de Medicina se convertirá de nuevo en un lugar de reflexión e intercambio, en el que el debate estará abierto. 
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Entidades participantes en el VII SIMPOSIO Nuevas miradas sobre el qué hacer psicoterapéutico

SEPYPNA

Sociedad Española de Psiquiatría y Psicoterapia del niño y el adolescente. Es una Asociación Científica de profesionales relacionados con la Psiquiatría, Psicología y Psicoterapia de niños y adolescentes. Es miembro fundador de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapia (FEAP). Está vinculada a nivel internacional con asociaciones como la Intemational Association of Child and Adolescent Psychiatry and Allied Professions, y la European Federation for Psychoanalytic Psychotherapy.

AEPP

La Asociación Española de Psicoterapia Psicoanalítica es miembro fundador de la European Federation of Psychoanalytic Psychotherapy (EFPP) y su representante en España. Así mismo, es miembro de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapia (FEAP). La AEPP es una organización que integra a Psicoterapeutas Psicoanalíticos cualificados y facilita la comunicación e intercambio de experiencias y conocimientos entre ellos. Tiene como finalidad potenciar el desarrollo profesional y científico de la Psicoterapia Psicoanalítica en sus diferentes vertientes clínicas, teóricas y técnicas, y en sus diferentes ámbitos de aplicación: adultos, niños y adolescentes, familias, grupos y parejas.

APM

La Asociación Psicoanalítica de Madrid (APM) es una de las asociaciones psicoanalíticas filial y constituyente de la IPA (International Psychoanalytic Association) y de la Federación Europea de Psicoanálisis (FEP) en España. La Asociación Psicoanalítica de Madrid es una sociedad plural que, en concordancia con los fines de la IPA, impulsa la formación, la práctica y la investigación en Psicoanálisis. Ofrece una formación destinada a capacitar a los futuros psicoanalistas para integrar  creativamente el pensamiento psicoanalítico y realizar el trabajo clínico desde el método  propio del  Psicoanálisis. Además desarrolla tareas de intercambio científico con otras Instituciones afines.

GRADIVA

Associació d’Estudis Psicoanalítics es una institución constituida por profesionales dedicados a la clínica que desarrollan en Gradiva actividades de estudio, búsqueda, intercambio y enseñanza del psicoanálisis. Es miembro de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP). Ofrece con regularidad las Jornadas de Intercambio en Psicoanálisis, en las que se encuentran las corrientes psicoanalíticas con otras ramas del conocimiento.

ECPNA

La Escuela de Clínica Psicoanalítica con Niños y Adolescentes (ECPNA) es una asociación sin ánimo de lucro dedicada a la transmisión y difusión del psicoanálisis, y la promoción de espacios de debate en los que el pensamiento crítico y la puesta en común de teorías, experiencias y opiniones se aúnan en la protección de los derechos de la infancia. Es miembro fundador de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP), institución integrante de la European Association of Psychotherapy (EAP).

ACPP

La Associació Catalana de Psicoterapeutes (ACPP) agrupa profesionales de la salud mental que utilizan la psicoterapia de orientación psicoanalítica. Su objetivo es potenciar el estudio y la calidad del trabajo asistencial, tanto en el sector público como privado. Es miembro de la Asociación Española de Psicoterapia Psicoanalítica (AEPP), la European Federation for Psychoanalytic Psychotherapy (EFPP) y la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP).

¿Quién es quién? Más participantes en el VII Simposio de Zaragoza 2015

Patricia Sanz Valer

Terapeuta Ocupacional, Licenciada en Antropología Social y Cultural y Diplomada en Educación Social. Profesora asociada del Grado de Terapia Ocupacional. Miembro de la Asociación Aragonesa para la Investigación Psíquica del Niño y el Adolescente (AAPIPNA), coordinadora del voluntariado y de los acompañamientos terapéuticos en esta asociación.

Elizabeth Palacios

Psiquiatra, Psicoanalista, dedicada a la clínica con niños y adolescentes. Miembro asociado de la Asociación Psicoanalítica de Madrid. Fundadora, junto con un grupo de profesionales, de la Asociación Aragonesa para la Investigación Psíquica del Niño y el Adolescente (AAPIPNA), y presidenta de esta asociación.

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Pedro Gras Castellón

Psicólogo, Psicoanalista, miembro de la Escuela Lacaniana de Psicoanálisis (ELP), miembro de la Asociación Mundial de Psicoanálisis (AMP). Fundador de la escuela infantil Patinete y del Espacio de Acogida y Tratamiento para el niño y la familia Torreón, del que es director.

Concha Ramo Cervera

Psicóloga, Especialista en Psicología Clínica, miembro de la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas (FEAP), miembro de la European Association for Psychotherapy (EAP). Psicóloga Clínica en el Centro de Educación e Internamiento por Medida Judicial de Juslibol (IASS).

Raquel Vidal Arandes

“En el umbral de la muerte. Un nuevo proyecto”. ACPP-AEPP. Barcelona. Psicóloga Clinica y Psicoterapeuta Psicoanalítica, especializada en Demencias. Delegada en la EFPP. Con amplia experiencia tanto en consulta privada como con grupos y centros geriátricos. Recibió en 2001 el premio ‘Fundación Caixa de Sabadell’ por el proyecto de trabajo con enfermos de Alzheimer: «Prevención y tratamiento paliativo de las demencias en personas institucionalizadas». Además forma parte de un grupo de investigación sobre la atención psicoterapéutica psicoanalítica en la psicopatología de la vejez. Y es coordinadora y docente del postgrado taller de las emociones en la Universidad de Girona.

Iñaki Marion i Morón

“Bailando con osos. De un grupo terapéutico a la mediación”. Ginebra. Dr. Iñaki Marion i Morón, psiquiatra infantil y psicoterapeuta al Servicio de Psiquiatría del Niño y el Adolescente en el Hospital Universitario de Génova y director de clínica de Orientación infantil.

Natalia Larraz Rábanos

“Propuesta de cambio asistencial para una comunidad. Trabajando psicoterapéuticamente con niños, adolescentes y sus familias”. AAPIPNA. Zaragoza. Doctora en Psicología Evolutiva y de la Educación y Psicoterapeuta infanto-juvenil y de adultos con experiencia en el ámbito de la investigación, docencia en la Universidad de Zaragoza, orientación en el IES Jerónimo Zurita y consultoría (desarrollo de estudios del ámbito de la formación y el empleo y elaborando material didáctico. Además ha dedicado parte de su tiempo y trabajo a algunas causas benéficas dentro de AMASOL y Cruz Roja Zaragoza.

Carmen Ferrer Román

Abordaje psicoterapéutico del vacío subjetivo”. GRADIVA Barcelona. Vicepresidenta de la Junta de la Sección Psicología Clínica, Salud y Psicoterapia del COPC. Psicóloga Clínica y Psicoanalista. Docente y conferenciante de temas de Psicoanálisis, Salud Mental, Salud y bienestar. Con experiencia de voluntariado y causas benéficas relacionadas con: arte y cultura, infancia, derechos civiles y acción social, educación, medio ambiente, salud y derechos humanos.

Carlos Rodríguez Sutil

Doctor en Psicología, ex miembro de la Junta Directiva de FEAP (1999-2007) y ex miembro Junta Sección Psicoterapias Psicoanalíticas (1996-2008). Con 30 años de experiencia como psicoterapeuta de orientación psicoanalítica, con especialidades en: psicoterapia individual y grupal, adolescentes y adultos, parejas. Actualmente psicoterapeuta en Ágora Relacional

José Luis Lledó Sandoval

[Médico especialista en Psiquiatría. Miembro fundador y Didacta del Centro Psicoanalítico de Madrid (CPM). Ex Presidente del mismo. Fundador de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupo (SEPTG). Ex Presidente de la misma. Miembro fundador de la Sociedad Castellana de Psicoanálisis. Ex Presidente de la misma. Ex Presidente de la Sección de Psicoterapia Psicoanalítica de FEAP]

Angeles Castro Masó

Vicepresidenta I FEAP. Psicóloga clínica. Miembro de Sepypna. Coordinadora de Formación Continuada y Docencia del Área de Gestión Clínica del Servicio de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital 12 de Octubre de Madrid. Profesora Asociada en la Facultad de Psicología de la UCM.